✍️ Hace casi un año, el 1 de febrero de 2021, publicamos una entrada en la que abordamos las bondades y limitaciones de la FC para monitorizar la intensidad de un entrenamiento. Entre éstas últimas, argumentamos entonces que las dos principales eran:

  • Su incapacidad para reflejar el nivel de exigencia de aquellos entrenamientos cuya intensidad sobrepasa el segundo umbral ventilatorio.
  • El retardo para reflejar el nivel de exigencia en un esfuerzo de intensidad creciente, o con picos puntuales de mayor intensidad.

No obstante, concluimos que a pesar de ello constituía una variable de carga interna que, bien entendida, continuaba aportándonos información muy relevante. Y voy a repetir una frase que ya dije entonces: el progreso en el entrenamiento deportivo no debería pasar por arrinconar per se las viejas prácticas para hacer hueco a los nuevos planteamientos.

Me hago eco hoy de esta entrada porque acaba de publicarse precisamente un artículo (4 de enero de 2022) en el que los autores se plantean las siguientes preguntas: ¿existe relación entre la respuesta cardiorrespiratoria y la acelerometría en Trail Running? ¿varía dicha relación en función de que la evaluemos en subida o en bajada?

🔗 Los datos utilizados para este artículo forman parte de un proyecto de investigación del que ya se han publicado anteriormente dos trabajos, uno de ellos relacionado con la medición de la saturación muscular de oxígeno y otro con los cambios biomecánicos que suceden en subida y en bajada.

La muestra, aunque de muy buen nivel (70 ml O2/kg/min), vuelve a ser, como en el estudio que reseñamos la semana pasada, muy reducida: 8 corredores. Los atletas completaron a máxima intensidad un recorrido de 7 km con un desnivel acumulado de 486 metros, en el que se diferenciaron seis secciones de subida y seis de bajada. Fueron evaluados los siguientes parámetros:

  • Frecuencia cardiaca
  • Consumo de oxígeno (utilizando un analizador portátil MetaMax3B_R2)
  • Acelerometría (utilizando tres sensores localizados en la pelvis, la columna dorsal y la columna cervical)

☝️ Llegados a este punto, conviene que recordemos que cuando hablamos de acelerometría en Trail Running, lo estamos haciendo indirectamente de potencia; ya que el valor de potencia que calcula Stryd es inferido a partir de datos de acelerometría.

Fuente: Trail Running. Ciencia y Entrenamiento (ilustración de Sara Peña)

 

¿cuál es el principal resultado que obtienen los autores de este estudio?

El grado de acuerdo entre las variables cardiorrespiratorias (frecuencia cardiaca y consumo de oxígeno) y la acelerometría es alto en las secciones de bajada, pero muy bajo en las de subida.

¿y cómo argumentan los autores esta disparidad?

En subida, la intensidad fisiológica (variable carga interna) es muy alta -de ahí que andando en subidas pronunciadas podamos alcanzar un consumo de oxígeno similar al de correr en zona de primer umbral en llano- mientras que la carga mecánica (variable de carga externa), que se basa fundamentalmente en las fuerzas de reacción contra el suelo, disminuye respecto a correr sin pendiente.

¿supone esto una limitación de los sensores basados en datos de acelerometría?

Por supuesto que no, ¡¡todo lo contrario!! Parafraseando a los autores del artículo, la disociación entre carga interna y externa durante las secciones de ascenso demuestra de hecho la validez discriminante de los acelerómetros para cuantificar la carga externa durante esta modalidad de ejercicio. En definitiva, es necesario entender que hay detrás de los datos para poder interpretarlos correctamente. En el libro lo expongo de un modo algo más categórico: «Un gran manejo tecnológico nunca puede sustituir a un proceso formativo de años.»

🎯 Y solo nos quedaría responder a la pregunta de la entrada, aunque la respuesta parece clara a la luz de lo expuesto hasta aquí, MEJOR LAS DOS.

🧩Optimiza tu entrenamiento (¡y tu evaluación!)