👉 El grupo de investigación liderado por Marcel Lemire acaba de publicar un trabajo (21 de diciembre de 2021, puede consultarse el resumen aquí) en el que se estudian algunos de los factores que podrían determinar la economía de carrera en llano, en subida y en bajada. En dos estudios anteriores de este mismo autor, a los que nos referimos en un post anterior, ya se exploraban las respuestas cardiovasculares y respiratorias a un esfuerzo de alta intensidad en subida y en bajada, así como los factores que se asociaban a un mayor rendimiento en función de que la pendiente fuese positiva o negativa.

📌 Para esta investigación, los autores sometieron a un grupo de 8 corredores (la limitada muestra es asumida en el artículo como una limitación del estudio) de muy buen nivel (68 ml O2/kg/min) -aunque no específica si eran o no corredores de trail- a las siguientes evaluaciones:

  • Una prueba de esfuerzo.
  • Un test de fuerza máxima isométrica de extensión de cadera, extensión de rodilla y extensión de tobillo.
  • Tres test -aleatorizados y en días diferentes- de 5 min de duración, a -15% de pendiente, 0% de pendiente y 15% de pendiente, y a una velocidad que supusiera en los tres casos un consumo de oxígeno equivalente al 60% del VO2max de cada corredor. En dichos test, además de monitorizar la respuesta cardiaca y el intercambio gaseoso, también se midieron variables espacio-temporales ligadas a la biomecánica de carrera.

En relación al diseño experimental, cabe destacar, a mi juicio, que el hecho de optar por una velocidad que supusiera en los tres casos un 60% VO2máx (con el objetivo de lograr un estado estable que permitiese evaluar la economía de carrera), hizo que el test en subida -a pesar del alto nivel de la muestra- fuese andando (como corrobora no solo la velocidad promedio, 5’7 km/h, sino también el tiempo de vuelo, 3 ms). Este hecho, lejos de suponer una limitación, creo que incrementa la aplicación práctica del estudio.

🔑 Vayamos con los RESULTADOS, bajo mi punto de vista, más destacables de esta investigación:

  • El patrón respiratorio en bajada fue significativamente diferente respecto a las otras dos condiciones experimentales. Los corredores mostraron una respiración más superficial (menor volumen tidal, mayor frecuencia respiratoria), que los autores postulan que podría deberse a una mayor activación simpática provocada por un mayor requerimiento atencional, una mayor acumulación de calor -al ser más alta la velocidad de carrera- y una mayor carga mecánica en las estructuras musculo-tendinosas.
  • La economía de carrera en bajada mostró una correlación significativa con la economía de carrera en llano; sin embargo, la economía de carrera andando en subida no se asoció con ninguna de las otras dos. Personalmente, creo que este es un resultado muy relevante, ya que pone de manifiesto que la eficiencia energética en uno y otro patrón locomotor no siempre van de la mano; de ahí que sea muy pertinente entrenar específicamente el patrón de andar en subida, tal y como propongo en el libro Trail Running: Ciencia y Entrenamiento.
  • Una mejor economía de carrera en subida se asoció a una menor frecuencia cardiaca, un menor gasto cardiaco y una mayor diferencia arterio-venosa de oxígeno (mejor extracción periférica de oxígeno); por tanto, de cara a ese entrenamiento específico de andar en subida al que aludíamos en el punto anterior, monitorizar la frecuencia cardiaca puede ayudarnos a advertir mejoras en la economía de carrera. También lo sería monitorizar la oxigenación muscular, pero la tecnología necesaria para evaluar esta variable (NIRS), por desgracia, parece que no acaba de despegar.
  • Contrariamente a lo que era esperable por resultados de estudios anteriores que habían mostrado asociaciones significativas entre la aptitud neuromuscular y el rendimiento en Trail Running, los autores no observaron ninguna relación entre la fuerza máxima isométrica y la economía de carrera ni en llano, ni en subida ni en bajada. Sin duda, se trata de una línea de investigación que aún requiere de más estudios para poder alcanzar conclusiones firmes.
  • Finalmente, una mayor stiffness vertical y un patrón biomecánico de carrera caracterizado por una mayor frecuencia de zancada y un menor tiempo de contacto se vinculó a una mejor economía de carrera en bajada.

Fuente: Trail Running. Ciencia y Entrenamiento (ilustración de Sara Peña)

🎯 Los autores de esta investigación destacan que las principales APLICACIONES PRÁCTICAS de su trabajo serían las siguientes:

  • La pertinencia de entender que el Trail Running, tanto a nivel de entrenamiento como de evaluación, comprende tres patrones locomotores diferentes: correr en llano, correr en bajada y correr en subida. Yo añadiría, como de hecho ya hago en el libro, andar en subida como cuarta disciplina.
  • Para mejorar en subida deberíamos focalizarnos en las variables metabólicas y cardiovasculares; para mejorar en bajada, en incrementar nuestro stiffness vertical y optimizar nuestra biomecánica de carrera.

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