✍️ En la primera parte de esta entrada, definimos el concepto de durabilidad / resiliencia, explicamos sus componentes (indicador o indicadores de rendimiento; características del esfuerzo que empleamos para generar la fatiga y análisis de la curva de degradación) y propusimos un modelo de test para analizar esta llamada «cuarta dimensión del rendimiento» en un corredor de Trail.
Abordamos ahora en esta segunda parte algunas hipótesis sobre la durabilidad / resiliencia que diferentes estudios de investigación han tratado de responder en los últimos años:
✔️ Es un factor diferencial de rendimiento entre deportistas con un nivel relativamente parejo❓
Parece que sí, al menos en ciclismo, que es el deporte en el que hasta el momento más se ha estudiado este parámetro. Durante la Vuelta a España, por ejemplo, Muriel y colaboradores (2021) mostraron que las diferencias en la curva potencia-tiempo entre ciclistas de nivel World Tour y Pro Tour eran mínimas en condiciones óptimas (sin fatiga previa) y durante la primera semana de competición; sin embargo, se volvían muy evidentes cuando la curva potencia-tiempo fue evaluada en condiciones de fatiga (después de acumular un gasto energético de 15, 25 y 35 kJ/kg) o en condiciones óptimas pero durante la tercera semana de competición. Utilizando un enfoque similar, Van Erp y colaboradores (2021) analizaron los registros de potencia de 26 ciclistas profesionales durante las competiciones de toda una temporada y encontraron que los de menor nivel mostraban un empeoramiento en su curva potencia-tiempo con niveles de fatiga acumulada más bajos (a partir de 10 kJ/kg frente a 40 kJ/kg) y lo hacían además de forma más acentuada. Estos resultados han sido ratificados por otro grupo de investigación que analizó los registros, tanto de entrenamientos como de competición, de 112 ciclistas profesionales, pertenecientes a 3 equipos diferentes, durante 8 temporadas. Estudio encabezado, por cierto, por un buen amigo, Manuel Mateo-March. Así pues, puede afirmarse con bastante rotundidad que la durabilidad, resiliencia o resistencia a la fatiga, llamémosla como queramos, es un factor determinante del rendimiento en ciclismo. ¿Lo es también en Trail Running? Quizás en los próximos meses lo sepamos.
✔️ Afecta un mismo esfuerzo por igual a todos los dominios de intensidad❓ Mejora la durabilidad a medida que mejora nuestro nivel de entrenamiento durante una temporada❓
Estas fueron las dos preguntas experimentales que se plantearon un grupo de investigadores encabezado por Jens Voet y que han dado lugar a un artículo publicado hace apenas unos meses en la revista International Journal of Sports Physiology and Performance. Los autores de este estudio evaluaron a una muestra de 16 ciclistas semi-profesionales en 3 momentos diferentes de la temporada: al inicio y al final de la pretemporada (diciembre y febrero) y a mitad del periodo de competiciones (julio). Se les realizó en primer lugar una prueba de esfuerzo; y posteriormente, un test submáximo al 65% del VO2max y dos test máximos de 1 y 10 minutos, en los tres casos sin fatiga previa y tras realizar un entrenamiento de 3h a una intensidad de 3.2 w/kg. Voet y colaboradores hallaron que el rendimiento en el test de 10 min apenas se vio afectado por el estado de fatiga (1-3% de empeoramiento), a diferencia del test de 1 min (6-10% de empeoramiento); estos resultados muestran que la influencia del estado de fatiga previo, aun siendo provocado por un esfuerzo de intensidad suave (por debajo del umbral aeróbico), es mayor cuanto mayor es el dominio de intensidad que evaluemos.
Por otra parte, la mejora del estado de entrenamiento durante la temporada se reflejó en mayor medida en los test realizados con fatiga previa (comparativamente con los realizados en condiciones ideales). Los resultados de este estudio sugieren que a medida que mejora nuestro estado de forma, el cambio de vías metabólicas que provoca la fatiga es más atenuado; es decir, no cae tanto la contribución de los hidratos de carbono, probablemente porque el esfuerzo previo ha generado una menor depleción de los depósitos de glucógeno. Finalmente, los autores del estudio encontraron una correlación entre el grado de empeoramiento en el test de 1 min (de realizarlo sin fatiga previa a realizarlo con fatiga previa) y el cambio en la utilización de vias metabólicas; es decir, los ciclistas con menor consumo de HC en el test con fatiga previa fueron quienes mostraron un mayor caida en su rendimiento. Por tanto, una adaptación deseable en el metabolismo energético de nuestros corredores de Trail, especialmente los de más larga distancia, será que su consumo de HC se mantenga lo más estable posible a medida que acontece la fatiga y mitigar así la pérdida de eficiencia energética (recordemos que la oxidación de las grasas requiere mayor aportación de oxígeno).
En próximas entradas seguiremos profundizando en este tema!
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